¿Cómo armar un equipo eficaz y con valores?
geronimo |
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El científico francés Manfred Kets De Vries vivió
por años junto a tribus pigmeas de África. En su libro “La lección de los
pigmeos”, este investigador demuestra que aunque desde afuera parecen simples y
desorganizadas, estas tribus están sustentadas por un sistema de valores
complejos que garantiza la unión y la eficacia en el trabajo en equipo. La
clave del trabajo en equipo de los pigmeos, que nos puede ayudar a nosotros a
armar buenos equipos de trabajo son las siguientes:
1) Respeto y
Confianza mutua
A simple vista, llama la atención el respeto y la
confianza con que se tratan. En general se los ve como gente feliz, con una
visión positiva del mundo. La estructura familiar contenedora de la familia
pigmea explica la disposición a compartir y a colaborar. Por ejemplo, todos son
conscientes de que, en su hábitat, la interdependencia es una condición
determinante de la
supervivencia. Las expediciones de caza son peligrosas, y sus
riesgos se magnifican cuando no se puede confiar en el otro. Saben que es
necesario contar con todos y cada uno. Los pigmeos han aprendido a aprovechar
las energías diferentes en beneficio de todos. El requisito básico es la
confianza, una flor delicada y que tarda en florecer.
2) Autoestima
y solución constructiva de conflictos
Todos los miembros de la sociedad pigmea comparten
la convicción de que pueden “descansar” en el otro, pero para que esto sea real
la autoestima es fundamental. Piensan que aunque los conflictos son
inevitables, pueden resolverse si los miembros asumen que son responsables de
la “construcción” del resultado. La solución constructiva de los conflictos es la norma. Aunque cada
individuo tiene la responsabilidad personal de intentar resolverlos, también
tiene el derecho de convocar a otros si falla. La idea es no dilatarlos: se los
aborda tan pronto como se presentan.
3) Participación
y Comunicación
La participación es esencial en la cultura pigmea.
Todos la esperan, todos la exigen, y se supone que todos la ofrecen. El poder se
reparte en forma pareja entre los miembros del grupo. Todos tienen el mismo
peso en las decisiones. Hay interacción y compromiso. Mantienen una
comunicación fluída entre los miembros.
4) Espíritu
de cuerpo
En la sociedad pigmea, la cooperación es el eje. Un
pigmeo puede salir solo a cazar – de hecho lo hace regularmente - ; pero cazar
en grupos y con redes es más efectivo que el arco y la flecha de cazador
solitario. En lugar de pájaros o monos, pueden atrapar un antílope. Hombres,
mujeres y niños participan. En el momento de la cacería se juntan las redes de
todas las familias del grupo hasta formar un semicírculo. Las mujeres y los
niños “empujan” a los animales hasta la red, y los hombres desde el otro lado,
los matan cuando quedan atrapados. Para lograr ese foco y ese sentido de
propósito, es fundamental articular claramente los objetivos del equipo y la
metodología de trabajo.
5) Un credo
común
Íntimamente relacionada con el sentido de propósito
o finalidad está la cultura del grupo, los valores y creencias compartidos que
rigen su conducta. Desde la infancia los pigmeos internalizan reglas de
conducta, que se transmiten oralmente de generación en generación. Sus
creencias y valores culturales son la base de esas normas. A su vez, sancionan
severamente a quien quiebra esas normas de conducta.
6) Todos
lideran
Los pigmeos creen firmemente en el liderazgo
“distribuido”. A diferencia de otras tribus africanas, no hay “grandes
hombres”: nadie tiene el monopolio del liderazgo. Tampoco la última palabra.
Aunque algunas opiniones, por conocimiento o experiencia, prevalecen, todos
están preparados para desafiar a la “autoridad”. Por lo tanto, cada uno asume
como propias todas las decisiones.
Aprovechar las enseñanzas milenarios de estos seres
humanos, nos permitirá por un lado tener un mejor desempeño en nuestros equipos
de trabajo, y por el otro lado, apreciar que muchas veces que lo que parece
humilde y simple, en realidad esconde una enorme sabiduría.
gero
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