La motivación como base del desarrollo organizacional
geronimo |
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Una forma pertinente para comprender el comportamiento
organizacional es remitiéndose a la teoría del comportamiento humano.
Asimismo, para reflexionar acerca de la conducta individual de las personas,
resulta útil apelar a la teoría de la motivación humana.
Si pensamos en el comportamiento humano, se puede observar
que el mismo se encuentra orientado y dinamizado por la búsqueda constante de
la satisfacción de múltiples necesidades. Persiguiendo su resolución es
que los individuos se mueven detrás de objetivos y aspiraciones, envolviéndose
en procesos cíclicos que se repiten a lo largo de toda su vida.
Para interiorizarse acerca de la teoría de la motivación
humana, resulta preciso recurrir a las contribuciones del psicólogo
estadounidense Abraham Maslow. Este autor confeccionó la popularmente
conocida “pirámide de Maslow”, la que ordena por categorías y clasifica
por niveles las diferentes necesidades humanas, según la importancia que tienen
para la persona que las experimenta.
Maslow distribuyó las necesidades en la pirámide acorde a su
potencia y prioridad. Situó en la base a las más imperiosas, las necesidades
de déficit (fisiológicas: respirar, comer, dormir, etc.), precedidas por
las necesidades de seguridad y protección (empleo, salud, vivienda,
etc.), las necesidades sociales y de afiliación (amistad, afecto, amor,
etc.), las necesidades de estima y reconocimiento (confianza, respeto,
éxito, etc.), y en la punta de la estructura geométrica, las necesidades de
desarrollo (autorrealización, creatividad, etc.). Según esta teoría, cuando
las necesidades de un nivel son satisfechas, el foco de atención pasa a ser
ocupado por las necesidades del próximo nivel. A su vez, plantea que las necesidades
inferiores son prioritarias, y por lo tanto, más potentes que las
necesidades superiores de la jerarquía.
Realizando una lectura desde los aportes de Maslow, solamente
cuando la persona logra satisfacer sus necesidades más primarias -aunque sea de
modo relativo-, entran gradualmente en su consideración las necesidades
superiores, junto con la motivación para satisfacerlas. No obstante, cabe
destacar que las personas poseen múltiples motivaciones en simultáneo y
todas ellas actúan conjuntamente en el organismo, aunque predomine el peso de
las necesidades más bajas.
En función de reflexionar acerca de estas ideas dentro del
contexto organizacional, el desarrollo y la gestión de los recursos humanos, se
puede afirmar que las necesidades más propicias a ser estimuladas son aquellas
emparentadas con la autorrealización. Esto se debe a que se relacionan
directamente con el despliegue de la creatividad y el crecimiento personal
de los empleados. Por lo tanto, promover la satisfacción de este tipo de
competencias, conlleva al estímulo del desarrollo de los individuos en sus
respectivos puestos de trabajo, y por ende, a mejorar las condiciones del
desempeño de la organización en su conjunto.
Para propiciar el fomento de las necesidades de
autorrealización, también se debe contemplar que el resto de las
necesidades que componen los niveles inferiores de la pirámide también se
encuentren estimuladas desde el funcionamiento del contexto organizacional.
Así, políticas empresariales como, la mantención de un ambiente laboral
saludable, la disposición de espacios cómodos, sistemas de premios y
reconocimientos, la estimulación del trabajo en equipo, entre otras, no son
sólo imprescindibles para el desarrollo satisfactorio de los recursos humanos,
sino que también para el funcionamiento eficaz y eficiente de la organización y
sus niveles de competitividad en el mercado.
Maru
¡Muy interesante la nota!